América Latina y el Caribe están viviendo una crisis económica que tendrá efectos duraderos sobre la estructura del empleo y que podrían expulsar a muchas personas de la economía formal, según un nuevo informe del Banco Mundial. Frente a este escenario, hoy existen tecnologías capaces de ayudar a las empresas a retener a sus talentos.
De acuerdo a El Empleo en Crisis: Un Camino Hacia Mejores Puestos de Trabajo en la América Latina Pos-COVID-19, la pandemia impacta mayoritariamente a los trabajadores poco calificados y también agrava la desigualdad de la región.
Ante este escenario, las políticas públicas deben enfocarse en proteger a los trabajadores de este fuerte impacto a largo plazo mediante el uso de seguros de desempleo, redes de seguridad social y programas de reconversión, además de facilitar la creación de empleo y ayudar a los trabajadores a estar donde están los empleos. Todo esto puede favorecerse a través de una mayor competencia, más flexibilidad para gestionar los Recursos Humanos y una reducción de los subsidios.
En este sentido, un software de RRHH es sumamente útil ya que permite centralizar la información de los colaboradores en un solo lugar; y utilizar las herramientas de asistencia, portal del colaborador, gestión documental y firma electrónica para otorgar visibilidad, estructura y acceso a toda la información relevante.
Además, son capaces de mantener la información de los colaboradores ordenada y estructurada; visualizar la estructura organizacional con el organigrama dinámico; gestionar los objetivos con notificaciones automatizadas y generar planes de acción; ordenar y centralizar los descriptores de cargo y competencias; generar acciones de creación y actualización masiva de datos; además de aprovechar la comunicación interna y recibir notificaciones actualizadas.
Las crisis en América Latina y el Caribe son duraderas y dejan huellas profundas en el empleo. Por ejemplo, los datos de empleo antes y después de la crisis de deuda brasileña, los efectos de la crisis financiera asiática en Chile y el impacto de la crisis mundial de 2008-2009 en México muestran que las recuperaciones rápidas no se materializaron. En todos estos casos la curva de empleo experimentó una desviación muy negativa a causa de estas crisis, algo que se profundizó con el correr del tiempo.
En promedio, luego de tres años una recesión genera una pérdida neta de 1,5 millones de puestos de trabajo, con una contracción de 3% en el empleo formal y una expansión del empleo informal. La crisis actual podría ser incluso peor y provocar una contracción en el empleo formal de hasta 4%.
Frente a este escenario una plataforma para la gestión de personas es capaz de realizar distintos tipos de encuestas anónimas y confiables para conocer la opinión de los colaboradores desde múltiples perspectivas. Además facilita la creación de cuestionarios para medir el ambiente laboral, engagement y satisfacción de los colaboradores, junto a la configuración de preguntas y dimensiones, utilización de múltiples metodologías de evaluación y creación de planes adecuados a estos resultados.
Asimismo permiten gestionar encuestas de manera amigable y versátil en un único sistema, aprovechando la tecnología para automatizar tanto el envío de las encuestas, como la generación de notificaciones y recordatorios de pendientes. Configurar distintos grupos de preguntas de acuerdo al tema que interese saber más; permite aplicar distintas metodologías de cálculo y darle seguimiento a los resultados de las encuestas; además de filtrar reportes y analizar los resultados para crear planes de acción, apoyando la mejora continua de una organización.
